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09 octubre 2021

PAUTAS A CONSIDERAR PARA UNA CORRECTA REVISACIÓN DE LA COLMENA

Al abrir una colmena en una revisación de rutina evaluaremos en primer lugar la condición en que ésta se encuentra de acuerdo a la época del año, observando:


• El espacio disponible en la colmena de acuerdo a la cantidad de población existente. 

• La presencia de la reina, su calidad y postura. Necesidad de cambio. 

• El desarrollo de la colonia - cantidad y tipo de población. 

• Cantidad, calidad y ubicación de las reservas alimenticias. 

• Existencia de alguna enfermedad u otra anormalidad. 

• Falta de espacio en cámaras de cría o falta de alzas 

• Peligro de enjambrazón. 

• Posibilidad de cosechar. 

• Estado de los materiales, tanto cuadros como alzas.. 

La respuesta a estos parámetros nos dará la información que necesitamos para trabajar en forma adecuada corrigiendo aquellos que se encuentren alterando el normal desarrollo de las mismas. 

Observación y evaluación de la cría: 

PAUTAS A CONSIDERAR EN LA REVISACIÓN DE COLMENAS - GUIDELINES TO CONSIDER IN THE REVISION OF BEEHIVES.

• Al revisar una colmena para determinar la presencia o no de enfermedades que afectan a la cría debemos observar el aspecto o apariencia del panal de cría en su conjunto y posteriormente de cada larva o pupa en particular. 

Esta operación se repetirá en todos los panales que contengan cría. 

Observación de las abejas adultas: 

• La mayoría de las enfermedades que afectan a las abejas adultas son difíciles de diagnosticar en una observación directa debido a que muchos de los síntomas no son únicos ni específicos de cada enfermedad. 

Conclusión: 

• La detección precoz de cualquier problema sanitario que afecte a las colmenas nos permite adoptar inmediatamente las medidas higiénicas profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. 

Tan o más importante es la prevención de las enfermedades es decir, evitar en lo posible su aparición en las colmenas.

Debemos tener presente que no siempre una colmena débil o la presencia de anormalidades en las abejas adultas o en las crías es consecuencia de alguna enfermedad.

Existen ciertas pautas de manejo como las anteriormente citadas que deben ser respetadas y cumplidas a lo largo del año que conducen al éxito de la explotación.

08 octubre 2021

Pautas a considerar en una revisación de colmenas

El proceso de diagnóstico de enfermedades en las colmenas comienza no bien uno ingresa en el apiario. Para ella debemos primero considerar una serie de parámetros o condiciones externas tanto en el colmenar como en las colmenas en particular para posteriormente proceder a la revisación interna de las mismas observando cuidadosamente lo que está sucediendo en su interior.

Observaremos su ubicación en el terreno: distribución y orientación, la actividad de vuelo de las mismas – entrada y salida de abejas de acuerdo al momento de la visita – pudiendo ésta ser normal, escasa, nula o intensa; la presencia, cantidad y estado de abejas muertas o moribundas o estadios inmaduros en las entradas de las colmenas y en el suelo; manchas de heces o excrementos en los techos, frentes o entradas de las mismas en forma evidente.

Todas estas observaciones o algunas de ellas de estar presentes junto con una actividad escasa o nula en las colmenas indican alguna anormalidad en el interior de las mismas. De ser posible, en la revisación posterior estas colmenas serán las últimas en abrirse, evitando en parte con esta acción el contagio de posibles enfermedades al resto de las familias. Sin embargo, es preciso tener presente que en una colonia puede estar desarrollándose en forma incipiente una enfermedad y no se observan manifestaciones exteriores en la misma.

Al abrir una colmena en una revisación de rutina evaluaremos en primer lugar la condición en que ésta se encuentra de acuerdo a la época del año observando:

El espacio disponible en la colmena - falta o sobra - de acuerdo a la cantidad de población existente.

La presencia de la reina y su calidad.

El desarrollo de la colonia - cantidad y tipo de población.

Cantidad, calidad y ubicación de las reservas alimenticias.

Existencia de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad.

Estado de los materiales.

La respuesta a estos parámetros nos dará la información que necesitamos para trabajar en forma adecuada corrigiendo aquellos que se encuentren alterando el normal desarrollo de las mismas.

Con respecto a la existencia o no de signos de alguna enfermedad u otra anormalidad, al observar las colonias debemos notar el aspecto normal de las diversas etapas de desarrollo de las abejas el cual cambia cuando alguna enfermedad y/o trastorno no infeccioso está presente. Conociendo la apariencia y forma de los individuos normales - huevos, larvas, prepupas, pupas y abejas adultas – en la colonia, podremos luego advertir cualquier anormalidad, al notar algo no usual trataremos de descubrir la o las causas y confirmar un diagnóstico solos, con ayuda de otro apicultor experimentado, a través de consultas en servicios de extensión en el tema, con un profesional idóneo en apicultura o bien enviando una muestra adecuada a un laboratorio especializado en el diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de la cría:

Al revisar una colmena para determinar la presencia o no de enfermedades que afectan a la cría debemos primero seleccionar y observar el aspecto o apariencia del panal de cría en su conjunto y posteriormente de cada larva o pupa en particular. Esta operación se repetirá en todos los panales que contengan cría.

En una mirada panorámica del panal lo primero a considerar es el patrón de cría el cual en condiciones normales debe ser uniforme es decir que observando la cría desde el centro del panal hacia los bordes del mismo deben existir en celdas contiguas huevos, larvas o pupas de edad semejante. Las crías abiertas – larvas – deben ser de color blanco perlado brillante y estar enroscadas en forma de coma en el fondo de las celdas. En la cría operculada o sellada, los opérculos deben ser de color uniforme, marrón claro u oscuro dependiendo de la edad del panal y ligeramente convexos.

Cada mínima irregularidad que altere el aspecto normal de un panal de cría como la existencia de larvas muertas en celdas abiertas y/o cerradas presentes en forma desordenada – cría salteada – opérculos agujereados, de colores no uniformes, hundidos, es un llamado de atención.

Luego de haber observado las características del panal en su conjunto debemos, de presentarse algún problema mirar el contenido de las celdas y establecer ciertas condiciones como: edad de las larvas muertas, posición que adoptan en su interior, color, olor y consistencia del material larval muerto.

Será tarea del apicultor establecer si la causa de estas irregularidades corresponde a un problema sanitario o si se debe a otras causas no infecciosas (hambre, frío, reinas, calor excesivo, etc.).

De no existir cría presente en la colmena en el momento de la inspección se observarán los panales en los cuales hubo cría con anterioridad, en este caso en particular debemos observar las celdas de cría vacías, sin restos de material de cría muerto en las paredes o fondos de las mismas.


Juntando estos elementos podemos llegar a formular un diagnóstico bastante seguro. Sin embargo, muchas veces es conveniente corroborarlo a través de un análisis de laboratorio ya que los caracteres macroscópicos o salientes y que se observan a simple vista que son diferentes para las enfermedades que afectan la cría como: loque americana, loque europea y cría ensacada, pueden en condiciones particulares atenuarse y confundirse o bien pueden presentarse todas juntas de coexistir varias enfermedades. En esos casos es conveniente tomar una muestra del panal de cría con material sospechoso de 20 cm. por 10 cm., envolverlo en papel de diario, colocarlo en una caja de cartón y enviarlo a un centro de diagnóstico de enfermedades de las abejas.

Observación de las abejas adultas:

La mayoría de las enfermedades que afectan a las abejas adultas son difíciles de diagnosticar en una observación directa debido a que muchos de los síntomas no son únicos ni específicos de cada enfermedad.

Ya que el hábito y las características de las abejas en forma individual y de la población en general que presentan una afección son frecuentemente similares en las enfermedades de las abejas adultas y en otros desórdenes no debidos a problemas sanitarios es aconsejable tomar una muestra de la población y enviarlas a un laboratorio para obtener un diagnóstico correcto. Ejemplo de ello es la confusión en el diagnóstico que puede presentarse ante casos de nosemosis, acariosis, virosis, intoxicaciones por plaguicidas, disentería y otras donde pueden observarse algunos de los siguientes síntomas: abejas con abdómenes hinchados, temblorosas, con alas dislocadas, arracimadas en los pastos cercanos a la colmena o alejándose de la misma, paralizadas sobres los cabezales de los cuadros, etc.

Conclusión:

La detección precoz de cualquier problema sanitario que afecte a las colmenas nos permite adoptar inmediatamente las medidas higiénico profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. Tan o más importante es la prevención de las enfermedades es decir, evitar en lo posible su aparición en las colmenas. Debemos tener presente que no siempre una colmena débil o la presencia de anormalidades en las abejas adultas o en las crías es consecuencia de alguna enfermedad y que existen ciertas pautas de manejo como las anteriormente citadas que deben ser respetadas y cumplidas a lo largo del año que conducen al éxito de la explotación.

24 julio 2020

LOQUE EUROPEA Y LOQUE AMERICANA. SINTOMATOLOGIA.

Loque europea.

En principio la Loque europea no tiene repercusión efectiva sobre el dinamismo de la colonia y es, un cierto tiempo después, cuando pierde su población de forma evidente, sobre todo en casos graves. 

SINTOMATOLOGÍA PATOLOGICAS DE LAS ABEJAS - PATOLOGICAL SYMPTOMS OF BEES.
La cría aparece en el interior de la celdilla ocupando posiciones diferentes a la normal, con el dorso hacia la entrada y presentando aspecto de cría en «mosaico», salteada, ya que, si la celdilla se limpia cuando la larva muere y la reina vuelve a poner en la misma, el panal presenta un aspecto no uniforme.  

La larva se vuelve frágil, muestra por transparencia el sistema traqueal y se transforma en una masa más o menos espesa, ni viscosa ni filante, cuyo color varía del gris al marrón oscuro; en ningún momento hay adherencia a las paredes de la celdilla y la extracción del cadáver es siempre fácil. 

La mortandad de larvas jóvenes en las celdillas sin opercular, además de un olor agrio o pútrido, particularmente en la piquera o cuando se abre la colmena, son los primeros síntomas que presenta la enfermedad.


Loque americana.

SINTOMATOLOGÍA PATOLOGICAS DE LAS ABEJAS - PATOLOGICAL SYMPTOMS OF BEES.
Al comienzo de la enfermedad el debilitamiento de la colonia es bastante lento, por lo que en poblaciones insuficientemente vigiladas no se constata la enfermedad hasta el momento en que la falta de actividad se hace evidente. 

En estado avanzado, es perceptible un olor característico a cola de carpintero, aun antes de abrir la colmena.  

Los opérculos sobre larvas muertas se oscurecen, se hunden, muestran orificios o grietas de mayor o menor tamaño y las abejas los quitan hasta dejar las celdillas totalmente abiertas.  

La cría que presenta un aspecto irregular, salteada o en «mosaico» adquiere una tonalidad parecida al marfil, corno el café con leche después y por último marrón, transformándose en una masa viscosa y filante. 

SINTOMATOLOGÍA PATOLOGICAS DE LAS ABEJAS - PATOLOGICAL SYMPTOMS OF BEES.
Por pérdida de agua se convierte en una escama seca de color pardo oscuro, casi negro, que se adhiere fuertemente al fondo de la celdilla.  

Septicemia. La septicemia produce en las abejas que la padecen inquietud y debilidad, se arrastran agotadas y pierden la facultad de vuelo, si bien se mueven con las alas abiertas.  

El abdomen está ligeramente abultado, se presenta parálisis y síntomas de melanosis. 

Las abejas apenas pican, caen sobre el dorso y mueren, desintegrándose en algunos segmentos corporales. Las alas y patas se desprenden y se produce un olor fétido, como consecuencia de la descomposición de su musculatura pectoral.  

La hemolinfa pierde su color ligeramente opalescente para volverse color lechoso.

14 diciembre 2019

QUE SABEMOS DE LOS VIRUS EN LAS ABEJAS????? - WHAT DO WE KNOW ABOUT VIRUSES IN BEES ?????

La transmisión de virus en forma vertical es la que se realiza de los parentales a la descendencia, la horizontal entre los habitantes de la colonia.

Antes de continuar  queremos dejar muy claro que no existen tratamientos efectivos y que lo único que podemos hacer es tomar medidas preventivas, como son evitar la deriva y el pillaje, eliminar las colmenas débiles y mantener en las colonias unos niveles bajos de infestación por varroa. Tampoco entra dentro de nuestros objetivos realizar la descripción de todos los virus que pueden afectar a las abejas melíferas, sino que pensamos que resulta más adecuado describir los que pueden presentar una mayor incidencia o causar problemas más importantes.

El de mayor incidencia actualmente parece ser el virus de la parálisis crónica (V.P.C.) también conocido como del "mal negro".

Virus de la parálisis crónica (V.P.C.) 
Fue citado por primera vez en el año 1933 y varios investigadores piensan que pudo ser el causante de una mortandad masiva de abejas que se produjo en la isla de Wight (Inglaterra) que recibió la denominación de "enfermedad de la isla de Wight".

Este virus es frecuente en colonias en las que las abejas están confinadas durante largos períodos de tiempo.

QUE SABEMOS DE LOS VIRUS EN LAS ABEJAS????? - WHAT DO WE KNOW ABOUT VIRUSES IN BEES ?????
En el síndrome tipo I o de la parálisis, las abejas afectadas presentan temblores en las alas y el cuerpo, no pueden volar y se arrastran por el suelo o cerca de la piquera, a veces en masas de cientos de individuos. Estos síntomas también se pueden atribuir a las infecciones provocadas por Nosema apis, Malpighamoeba mellificae o Acarapis woodi.

En muchos casos el abdomen de los animales se encuentra hinchado (debido a una distensión del buche de la miel) y pueden presentar diarreas. Las abejas enfermas suelen morir a los pocos días de la aparición de los síntomas. También las colonias con una afectación severa pueden colapsar, particularmente durante el verano.

En el síndrome tipo II o de las ladronas negras, las abejas van adquiriendo una coloración negra brillante y un aspecto grasiento. Aunque al principio pueden volar, cuando vuelven a las colmenas no son reconocidas por las guardianas y se les niega el acceso, por lo que en algunos casos los apicultores piensan que son abejas procedentes de otras colmenas que se están dedicando al pillaje. En pocos días pierden la capacidad de volar, comienzan a temblar y mueren rápidamente.

Los síndromes son causados por un virus ARN de forma elipsoide y de tamaño variable, que se multiplica en los tejidos del sistema nervioso de las abejas. La principal vía de contagio parece ser a través de las heridas que se producen en los cuerpos de las abejas, o a través de las quetas rotas. Las quetas o "pelos" que recubren el cuerpo de las abejas no son estructuras muertas, su interior se encuentra vivo y en contacto con la hemolinfa. Las abejas paralizadas tienen sus excrementos contaminados con este virus y la retirada de los mismos puede actuar como vía de contagio.

Aunque la parálisis es una enfermedad que afecta a las abejas adultas, ocasionalmente las pupas pueden verse afectadas. No se ha demostrado que Varroa destructor actúe como vector de transmisión de este virus, por lo tanto su papel en la diseminación de este agente patógeno debe de ser en todo caso pequeño.

Este virus se encuentra muy extendido, produciendo generalmente un debilitamiento paulatino de las colonias, aunque sin que estas lleguen a sucumbir a la acción del virus. En algunos lugares puede ser endémico, como parece ocurrir en la isla de La Palma. En un estudio realizado en los años 90 se encontró que más del 75% de las muestras de abejas muertas recolectadas en primavera y comienzos del verano, contenían altas concentraciones de partículas víricas.

Su incidencia es alta y en algunos casos se ha comprobado que está presente en abejas aparentemente sanas. Los brotes más virulentos se suelen presentar en primavera o verano, y cada vez toma más fuerza la idea de que este y otros virus se encuentran permanentemente en las poblaciones de abejas, sin que los animales presenten ningún tipo de sintomatología, y sin desencadenar su acción patógena hasta que algún factor ambiental "dispare" su acción

Virus de la parálisis aguda (V.P.A.) 
Su descubrimiento se realizó en el laboratorio cuando se analizaban muestras de abejas que presentaban síntomas de estar infectadas por el virus de la parálisis crónica (V.P.C.).

La sintomatología que pueden desencadenar los dos virus suelen ser similares. Si se inoculan en abejas sanas producen temblores y parálisis a los pocos días de su inoculación. La diferencia radica en que las abejas inoculadas con el virus de la parálisis aguda mueren antes que las inoculadas con el de la parálisis crónica.

Su presencia en las colmenas no se asocia en la mayoría de los casos a la aparición de ninguna sintomatología específica, debido probablemente a su reproducción en tejidos no imprescindibles para el mantenimiento de la actividad vital, o bien a que su tasa reproductiva sea baja.

El virus de la parálisis aguda puede llegar a exterminar un colmenar, pero lo más frecuente es que la sintomatología que desencadena su acción aparezca bruscamente, mate algunas colonias y debilite otras, produciéndose a continuación una lenta recuperación.

Sabemos que este virus se acumula en la cabeza, cerebro y glándulas hipofaríngeas de las abejas. Los excrementos también pueden contener partículas víricas infecciosas. En la naturaleza podría ser diseminado de forma inaparente vía secreciones de las glándulas salivares y/o el alimento que las abejas mezclan con estas secreciones.

La máxima incidencia ocurre en los periodos de máxima actividad en la colmena y especialmente hacia la mitad del verano, coincidiendo con un fuerte desplome de la población de abejas. Para su transmisión y ataque “virulento” parece requerir de un vector (organismo) que lo transporte y lo inocule a las abejas, este vector en puede ser Varroa destructor o Acarapis woodi. De hecho hasta la propagación de varroa por todo el planeta este virus nunca fue detectado de forma serológica en las abejas adultas o en la cría, tampoco nunca se asoció a síntomas de enfermedad o a la muerte de las colonias.

Experimentos realizados en laboratorio han demostrado que las hembras adultas de Varroa destructor pueden actuar como vectores transmisores de este virus a las pupas en desarrollo, pero afortunadamente parece ser que el virus no se puede replicar en los tejidos del ácaro.

Varios estudios realizados en Europa indican que este virus es más frecuente encontrarlo a finales del verano o principios del otoño en colonias infectadas con varroa, coincidiendo con el pico reproductivo del ácaro. Este hecho apoya la hipótesis que propone que el ácaro tiene un papel importante en la transmisión del virus

Virus filamentoso. 
La sintomatología que desencadenaba en algunos casos (abejas arrastrándose en el suelo debajo de la piquera), era similar a la que presentaban abejas supuestamente atacadas por rickettsias. 

Este virus es único de tipo ADN que infecta de forma natural a las abejas. Además generalmente se considera el menos virulento de todos los conocidos, multiplicándose principalmente en los tejidos del cuerpo graso y en el ovario de las abejas adultas. Aunque sea catalogado como poco virulento, en algunos casos se ha citado como responsable de episodios de severa mortalidad.

La sintomatología que presentan los animales puede ser confundida con la producida por otros procesos patológicos, debido a que los síntomas más evidentes son que las abejas se arrastran y se mueren, y que las pupas en las celdillas se vuelven marrones o negras.

Debido a su gran tamaño y a la presencia de las partículas víricas en la hemolinfa, la identificación se puede realiza con un microscopio óptico, a partir de muestras de hemolinfa procedentes de animales enfermos o muertos. En algunos casos se ha descrito la presencia de estas partículas víricas en animales sanos, sin ningún tipo de sintomatología.

La transmisión puede ser por vía alimentaria o por inoculación mediante la acción de un vector, que lo introduzca dentro del cuerpo de una abeja. La mayor incidencia de esta virosis se produce en primavera, remitiendo en el verano.

Virus alas opacas. 
Este virus se descubrió en extractos de abejas adultas que habían sido mantenidas en el laboratorio para estudiar otros virus.

Es un virus esférico muy pequeño (17 nm). El principal síntoma que presentan las abejas infectadas por este virus es la pérdida de la transparencia de las alas. Las partículas víricas se localizan en la cabeza y el tórax, pero desconocemos en qué tipo de tejidos se multiplica.

Los estudios realizados indican que este virus puede estar presente de forma inaparente en algunas colonias, infectando a la cría en desarrollo. En la naturaleza este virus presenta una baja incidencia y el nivel de infestación parece no estar asociado a la infestación por varroa

Virus X e Y. 
Los dos virus son muy parecidos y durante varios años se han confundido entre si. Afectan al tubo digestivo de las obreras adultas, los animales no muestran signos de infección y la transmisión se efectúa vía alimento. La principal diferencia entre ellos radica en la época del año en la que infectan a las abejas, el virus “X” las ataca usualmente en el invierno y el “Y” en primavera.

El virus “X” se descubrió en laboratorio en experimentos en los que se trabajaba con otros virus. No sabemos nada sobre la historia natural de este virus, excepto que se ha aislado en muestras de abejas adultas. No parece ser muy patógeno y su multiplicación es lenta, por lo que necesita de una alta longevidad o larga invernación de la colonia para desarrollar su acción.

Las partículas víricas no se multiplican cuando se inyectan en abejas adultas o pupas. Pero si lo hacen cuando se administran junto con el alimento a nodrizas jóvenes mantenidas a 30º C (no se multiplican cuando la temperatura ambiental es de 35º C).

Como ocurre con otros virus que afectan a las abejas, no existe una sintomatología especifica asociada a su acción. Sí sabemos que en condiciones de laboratorio reduce la esperanza de vida de las obreras.

El virus “Y” se aisló en laboratorio a partir de muestras de abejas adultas encontradas moribundas o muertas en el exterior de colonias a comienzo del verano. Su infectividad es similar a la del virus “X” cuando se administra con el alimento y si las abejas se mantienen a 30º C.

Aunque este virus puede infectar a las abejas jóvenes vía alimento, la mayoría de las infecciones se producen cuando el virus se administra vía alimento junto con esporas de Nosema apis.

Virus de las alas deformes.
El primer aislamiento de este virus se realizó a partir de muestras de abejas adultas, procedentes de colonias infestadas con Varroa destructor. Las colmenas estaban localizadas en Japón y por este motivo en un primer momento se denominó cepa Japonesa.

La sintomatología que puede desencadenar este virus se parece a la producida por Varroa destructor, por este motivo se pensó en un primer momento que los síntomas observados eran el resultado de la acción de varroa, y no debidos a un virus.

QUE SABEMOS DE LOS VIRUS EN LAS ABEJAS????? - WHAT DO WE KNOW ABOUT VIRUSES IN BEES ?????
El virus de las alas deformes se encuentra actualmente ampliamente distribuido y es frecuente encontrarlo en las colonias infestadas por el ácaro. Las abejas afectadas tienen un tamaño inferior al normal y las alas presentan deformidades o se encuentran atrofiadas.

Este virus puede afectar a las abejas adultas y la cría, además sabemos que V. destructor actúa como vector de transmisión entre insectos sanos y enfermos, y a la cría en desarrollo. Como ejemplo podemos citar que en muestras procedentes de dos colonias estadounidenses con un alto grado de parasitación encontraron este virus en el 92% de los ácaros, 100% de las obreras con alas deformes, 75% de las obreras aparentemente normales, 47% de los zánganos adultos, 92% de las pupas de obrera y 80% de las larvas.

Además de su presencia en la cría de obreras, y en las obreras y zánganos adultos. Se ha detectado este virus en las reinas, en la comida que se administra a las larvas, y en el esperma de los zánganos.

Los trabajos realizados no son concluyentes acerca de la patogenicidad o capacidad de producir una enfermedad por este virus. Probablemente no sólo sea el causante de deformidades en las alas de ciertos animales, sino que además seguramente reduce la esperanza de vida de las obreras y además esté implicado en la pérdida de animales y cría en momentos críticos.

Virus Kashmir. 
Este virus fue descubierto en 1974 en muestras de abejas de la especie Apis cerana procedentes del norte de la India.

Se considera como uno de los virus más virulentos, ya que unos cuantos virus inyectados en condiciones de laboratorio en abejas sanas pueden matarlas en pocos días, también causa la muerte en sólo 3 días de las pupas a las que se les inyectan 35 partículas víricas. También es importante indicar que se puede encontrar en muchas colonias sin producir síntomas evidentes. De hecho la infección de este virus nunca se ha asociado con la aparición de unos síntomas clínicos específicos.

La administración de alimento conteniendo este virus a las larvas en desarrollo no parece tener ningún efecto ya que los animales continúan su desarrollo y finalmente emergen como animales aparentemente sanos. Pero si en el laboratorio se les inyecta a las larvas una solución salina, proteínas extrañas, o son incubadas durante 3 días a 35º C, el virus se activa y multiplica, provocando la muerte de las abejas.

Varios investigadores opinan, basándose en los datos disponibles, que para que este virus manifieste síntomas en una colonia tiene que estar asociado a otra enfermedad (ej. varroasis o nosemosis). De hecho está comprobada su asociación a Varoa destructor tanto en estudios de campo como de laboratorio.

Virus de la parálisis lenta. 
Este virus se aisló accidentalmente cuando se estaba trabajando con el virus “X”. Cuando se inyecta a abejas adultas, los animales mueren a los 12 días. Un síntoma típico de la acción de este virus es que el día anterior a la muerte, o dos días antes, los animales sufren parálisis en los dos pares anteriores de patas.

El incremento en la incidencia de este virus se ha asociado al progreso de la varroasis. Probablemente la parasitación de las larvas por varroa y específicamente la actividad de alimentación del ácaro active la replicación del virus.

22 febrero 2018

BIOLOGÍA Y ANATOMÍA DEL ÁCARO VARROA - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.

BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.
La hembra es de color marrón rojizo ovalada y plana y de 1.1 a 1.6 milímetros con placas de quitina en la espalda (Fig. 1).

Tienen el vientre peludo con lo que se garantizan una óptima adherencia a la abeja.

Los ejemplares adultos tienen cuatro pares de patas en la región pectoral que les permite agarrarse y desplazarse ágil y sorpresivamente.

El primer par de patas porta los órganos sensoriales que también sirven de antenas. Ciega, trabaja con el sentido del tacto y olfato.




BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.
Fig. 1: Esquema de una hembra adulta en vista ventral (a la izquierda) y dorsal (arriba).


En la abeja adulta sólo se encuentran ácaros hembras ; el ejemplar macho es de color pálido a perlado, son menores de tamaño de 0.7 por 0.7 milímetros, tiene forma redondeada (Figura 2), no está quitinizado por lo que muere por desecación cuando la abeja hospedadora completa su desarrollo y sale al exterior y no se encuentran fuera de las celdas de cría. Tampoco se alimenta debido a que su aparato bucal está adaptado para fecundar a la hembra, los huevos miden 0.5 milímetros y son blancos, usualmente son encontrados en la base o en las paredes reproductoras de la abeja.

Biología de Varroa jacobsoni

BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.
Figura 2: Representación de la varroa macho.
El ciclo de vida de Varroa está íntimamente ligado con el ciclo de vida de la abeja mellifera; su reproducción y desarrollo está determinado por la cantidad y tipo de cría presente en la colonia de abejas; el ácaro muestra una notoria preferencia por las crías de zánganos, debiéndose esto a que existen mayores cantidades de hormonas juveniles que se encuentran en la hemolinfa o sangre de las abejas a una menor temperatura. Sin embargo cuando se carece en la colonia de cría de zángano, V. jacobsoni tiende a infestar crías de obreras donde se reproducirán y desarrollarán.

En el ciclo de vida de V. jacobsoni existen 2 fases; una es la fase forética, la cual es cuando el ácaro permanece sobre las abejas adultas, sean éstas zánganos u obreras y generalmente se les halla en el abdomen por debajo de los escléritos abdominales donde se sostienen de las membranas intersegmentales utilizando las patas y partes bucales.
La otra fase es la reproductiva que precisamente se da en las celdas de cría operculada.

La Varroa madre se reproduce exclusivamente en una celda de cría, generalmente después de un periodo forético; la entrada en la cría debe ocurrir a una edad de cría precisa, y constituye un punto crítico en la vida de Varroa.

Entrar demasiado temprano signfica para la futura Varroa madre, un riesgo importante de ser detectada y retirada por las abejas antes de la operculación de la cría, entrar tarde no le es posible ya que la cría es operculada; es decir, herméticamente cerrada a toda entrada o salida.

BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.
Figura 3: Ciclo de vida de la varroa.
Sabe exactamente cuando una celda de cría en su noveno día está a punto de ser operculada.
Ingresa en el momento exacto, se zambulle en la papilla y se esconde sin ser detectada por las abejas obreras, cuando la celda esta operculada entra en actividad, poniendo sus huevos mientras se produce la transición de larva a pupa.

Después de haberse alimentado sobre la abeja, la Varroa madre pone por primera vez 70 horas después de la operculación y queda inmóvil durante un minuto tocando la pared con su primer par de patas.

Cuando su primer huevo emerge por el orificio genital sitio cerca de la placa genitoventral, la Varroa madre lo mantiene contra la pared de la celda durante unos diez minutos con sus dos primeros pares de patas. Eso permitirá al joven Varroa tener sus patas orientadas rumbo al sustrato y caminar inmediatamente después de la eclosión del huevo. A lo máximo la Varroa madre pondrá 6 huevos, de esta manera con un intervalo medio de 30 horas.

En las celdas de obreras pone 6 huevos y en las de zángano 7; los que pasan por los estados de huevos, larvas, protoninfas, deutoninfas y adultas. Cuando la celda es infestada con una sola Varroa madre el apareamiento solo puede ocurrir entre el macho y sus hermanas, el macho se aparea con la primera hembra tan pronto cuando llegan a la fase adulta (9-10 días después de puesto el huevo) y lo repite hasta 9 veces; y así lo hace con las otras hembras.

Una Varroa hembra es fecundada únicamente en la celda donde nace, luego una parte del aparato genital se destruye; en las celdas donde el macho muere antes del apareamiento las hembras quedan infecundas para siempre y esto ocurre en un 10-46% en las celdas.

BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.

Posterior a la puesta de un huevo, se puede ver dentro de éste una larva, ésta se cambia en protoninfa (cuerpo esférico especialmente en las hembras); deutoninfa (la hembra tiene el cuerpo elipsoidal y aplastado de color blanco y finalmente se convierte en adulto); las hembras adultas joven tienen el cuerpo café claro, mientras las hembras mayores de 24 horas de edad y tiene el cuerpo café oscuro, la deutoninfa y el adulto macho se parecen a la protoninfa hembra, pero se distingue de ella por el cuerpo mas anguloso y de color verde. 

La salida de Varroa jacobsoni Oudemas se da cuando emerge la abeja de la celda, la cual trae consigo; la Varroa madre y su descendencia, en algunos casos parte de la descendencia se queda en la celda y la que sale trata de subir sobre las abejas; generalmente teniendo preferencia por abejas nodrizas.

Los ciclos reproductivos que cada hembra Varroa puede tener no se conocen pero artificialmente se conocen 7 ciclos.
El periodo de desarrollo o metamorfosis completa es de 5.5-7 días y el de las hembras 7.5 a 9 días.

La forma de alimentación dentro de la celda operculada se da mediante una punción que hace a la larva para extraerle la hemolinfa; esta punción la realizan los ácaros jóvenes y su madre.

La descendencia de la madre Varroa, ya estando maduras sexualmente requieren una alimentación adicional antes de poner su primer huevo, esto sucede entre 4 y 14 días en donde se montan en una abeja para punzarla y alimentarse; al alcanzar la madurez buscan una celda de 9 días y el proceso se reinicia.

BIO-ANATOMIA DE LA VARROA JACOBSONI - BIO-ANATOMY OF THE VARROA JACOBSONI.
Las pupas mueren y no concluyen su metamorfosis (Figura 4)
En cambio cuando la madre Varroa emerge de la celda junto con la debilitada abeja, busca una nueva celda a punto de ser operculada y el proceso se repite.

El periodo de vida de un ácaro de Varroa es de 3 a 6 meses, esto depende de la temporada y humedad en el interior de la colmena; con temperaturas entre 13-25º C y 50% humedad relativa las hembras viven menos de 24 horas, el acaro puede sobrevivir hasta 9 días sin alimentarse fuera de su huésped.

La expansión del ácaro generalmente se da por el pillaje, la deriva del ir y venir de los zánganos y la manipulación inadecuada de colmenas por parte del apicultor.

El efecto que produce la acción de Varroas sobre las larvas es la pérdida de peso, falta de vitalidad, muerte prematura, cuando la cría es parasitada por más de 8 ácaros, las pupas mueren y no concluyen su metamorfosis (Figura 4), y esto da lugar a que se manifiesten signos parecidos a la enfermedad de Loque Americana; por el hecho de que cuando las larvas mueren sufren un proceso de putrefacción desprendiendo un olor desagradable; sin embargo las abejas retiran los opérculos quedando en el fondo de las celdas, los excrementos de los ácaros que son fácilmente observables teniendo forma filamentosa de color blanco.”

19 noviembre 2017

BREVES SOBRE SANIDAD APÍCOLA.

Últimamente se ha revertido totalmente el preconcepto de la estrategia terapéutica para tratar enfermedades dando paso a un criterio mucho más amplio que tiene que ver con la prevención y el equilibrio de la colmena.

BREVES COMENTARIOS SOBRE SANIDAD APÍCOLA.
Para comprender y aplicar esta nueva concepción, hay que tener en cuenta a la colmena como una gran familia con una estrecha relación y dependencia entre los individuos que la componen.

La sanidad de una colonia puede interpretarse como el equilibrio entre el organismo y el ambiente.

Cuando por algún factor se rompe este equilibrio, nos encontraremos frente a alteraciones de los procesos fisiológicos normales, y éstas alteraciones dan como resultado la aparición de enfermedades.

Cuando el hombre interviene en el estado natural de una familia de abejas, le brinda un hábitat para que pueda desarrollarse, logra que la misma alcance poblaciones mucho más grandes que lo normal, utiliza diferentes productos químicos, y las somete a situaciones de estrés (traslados, altibajos en las reservas de alimentos, revisaciones periódicas, etc.), predispone de cierta forma el desequilibrio mencionado.

Normalmente, antes de la aparición de los síntomas clínicos, ya hubo pérdidas de producción y un decaimiento de la colmena que llevará tiempo revertir. Recordemos que el pasaje entre la salud y la enfermedad es un proceso progresivo con toda una gama de estados intermedios.

BREVES COMENTARIOS SOBRE SANIDAD APÍCOLA.
La prevención es la herramienta fundamental para asegurar el buen estado sanitario de la colmena.  Para favorecer la profilaxis, se parte de la base que un individuo con un adecuado estado fisiológico, genera una respuesta global eficiente ante la aparición de agentes patógenos.

Hay dos factores que inciden favorablemente en el fortalecimiento de la profilaxis, uno está relacionado con la genética (genotipo con resistencia a patógenos), y el otro es el referido a la nutrición.

Particularmente en este último punto debemos tratar de evitar los altibajos de alimentos.

Los desarreglos en la alimentación predisponen a un mal funcionamiento glandular y un estado de debilitamiento general que es la puerta de acceso de las enfermedades.

Es decir, mantener un nivel nutricional y realizar un manejo racional de la colmena permiten sostener un estado óptimo y mejorar la producción.

Mecanismos de defensa propios de la abeja

Hay una serie de mecanismos que permiten a la abeja defenderse de enfermedades y parásitos.

A continuación los enumeramos sintéticamente.

Comportamiento higiénico: Las adultas encargadas de cuestiones sanitarias retiran larvas o upas enfermas de la colmena para evitar su putrefacción, eliminando al mismo tiempo la fuente de contagio.

Mecanismo de limpieza entre abejas adultas: Es un mecanismo de defensa contra parásitos que ha comenzado a desarrollar frente a los elevados grados de infestación. Consiste en que las abejas altamente parasitadas, reaccionan con sacudidas extrañas, y otras abejas reconociendo esta forma anormal de actuar colaboran con ella removiéndole los parásitos.

Reposición de la pérdida de población: En algunas situaciones, la reina obra aumentando su régimen de postura para hacer frente a la mortandad de la cría.

Comportamiento de fuga: Con esta modalidad, la colonia se aleja de un nido altamente parasitado o enfermo interrumpiendo la cadena de infección.

Reacciones inmunológicas: Cada miembro de la colonia desarrolla individualmente reacciones de su sistema inmunológico, con la formación de anticuerpos en la hemolinfa.

Proventrículo: En las abejas adultas este hace las veces de filtro que permite remover sustancias sólidas, esporas de bacterias y hongos del buche, evitando la diseminación de patógenos.

BREVES COMENTARIOS SOBRE SANIDAD APÍCOLA.
Uso de sustancias antibióticas: Son de vital importancia para la defensa contra microorganismos.

En la colmena encontramos condiciones estériles en las celdas de cría, paredes, alimento larval y también en las reservas.

Las enfermedades que afectan a las abejas son de origen bacteriano, parasitario, viral y también podemos incluir como patologías la acción de enemigos naturales y predadores.

Para tratar este punto de vital importancia en la producción apícola, se ha dividido su estudio en tres módulos, enfermedades bacterianas, parásitos (internos y externos) y finalmente virosis, hongos y otras problemáticas.

08 septiembre 2017

Producción de miel cae un 50% en Aragón (España) por el ácaro Varroa.

El año 2017 no pasará a la historia de la apicultura como uno de los mejores por la presencia y la mayor resistencia a los tratamientos que está mostrando el ácaro Varroa, tras 30 años de presencia en las colmenas y en las abejas.

Este ácaro es la causa de la menor producción de miel esta campaña en la comunidad aragonesa en la que se prevé que se recojan alrededor de 100.000 kilos. Una nueva amenaza que pone en jaque al sector al dificultar la viabilidad de las explotaciones apícolas dentro de un contexto de bajos precios y la elevada importación de miel de terceros países.

Una afección que es la principal causa de que la producción de miel en la comunidad aragonesa se reduzca prácticamente en un 50%, de manera que se pasará de una media de 200.000 kilos en anteriores campañas a alrededor de 100.000 kilos de acuerdo con las primeras estimaciones, según ha explicado Pedro Manuel Loscertales, responsable del sector apícola de UAGA-COAG, a elEconomista.es

La situación dentro de Aragón no es igualitaria. En Zaragoza y Huesca la afección se calcula en una merma de producción del 50%, porcentaje que se eleva hasta el 75% en el caso de la provincia turolense.

La pérdida de producción no es el único problema al que tienen que hacer frente los apicultores. "Nos quedamos sin producción y se pierden abejas porque mueren o el ácaro las debilita y no pueden recolectar el polen y realizar sus funciones adecuadamente", ha añadido David Rocafull, también responsable del sector Apícola en UAGA-COAG, en declaraciones a elEconomista.es

El ácaro Varroa se detectó aproximadamente el año 1986, pero los tratamientos no están siendo efectivos para erradicarlo y tan solo se ha conseguido minorar su presencia en algunos casos, aunque este año "la situación es crítica", ha afirmado Pedro Manuel Loscertales.

Una opinión que también comparte David Rocafull: "este año está fuera de lo normal. Se ha descontrolado. Nos afecta bastante porque vivimos de ello". De hecho, hay explotaciones apícolas en las que no se va a recoger ni un solo kilo de miel.

Entre las principales causas de la mayor afección este año están los efectos del cambio climático, que favorecen la propagación del ácaro y que está también contribuyendo a introducir modificaciones en las floraciones y en la propia vida de las abejas, así como la falta de nuevos tratamientos y que garanticen una mayor efectividad para combatir este ácaro.

En España, en la actualidad, solo hay tres productos en el mercado, pero de tanto usarlos se quedan sin efecto y se están creando resistencias. Ante esta situación, los apicultores piden que se impulse la investigación para desarrollar nuevos tratamientos y también que se puedan autorizar otros productos que ya se están empleando en otros países europeos.

El ácaro varroa es hoy en día el principal problema que tienen los apicultores dentro de un contexto que no es favorable para la apicultura, que lleva años soportando la caída de precios y la competencia con otras mieles importadas de terceros países.

Una situación que, sumada a la baja producción, está dificultando la viabilidad de las explotaciones apícolas y que los apicultores tengan poco margen de beneficio. Por ejemplo, la producción de un kilo de miel de milflores cuesta 2,60 euros, mientras que se paga entre 3 euros o 3,50 euros el kilo.

"No hay medidas para mantener la apicultura" -afirma Pedro Manuel Loscertales-, quien añade que "las ayudas van decreciendo". De hecho, en el sector se ha producido un recorte de las ayudas agroambientales a las que los apicultores podían acogerse por polinización.

De momento, se están dando algunos pasos presentando alegaciones a los préstamos por sequía que se van a conceder para que los apicultores puedan acogerse porque "también nos afecta la sequía. La medida es buena y nos ayudaría un poco, pero lo principal es tener productos adecuados. Lo demás son parches", según David Rocafull.

By: EVA SERENO (ZARAGOZA)

01 septiembre 2017

ESTUDIO: HUMO DE ORÉGANO PARA COMBATIR VARROA - STUDY: SMOKE OF ORÉGANO TO COMBAT VARROA.

Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Durango, comprobaron que el humo producido con tallos del orégano puede proteger a las colmenas productoras de miel porque ayuda a disminuir las poblaciones del ácaro varroa (Varroa destructor), parásito causante de la varrosis en las abejas, una de las plagas más devastadoras.

ESTUDIO: HUMO DE ORÉGANO PARA COMBATIR VARROA.
Los investigadores han seguido esta línea de investigación desde hace más de una década. 

En 2008 publicaron algunos resultados en el estudio del empleo de aceite de orégano (Lippia graveolens) para el control de varroa, parásito de las abejas. 

En esa investigación comenzaron a realizar estudios en laboratorio sobre el uso de algunas sustancias vegetales que pudieran generar repelencia del ácaro varroa, principalmente para que no se adhiera a las crías de las abejas. 

En su etapa más reciente de estudio, los investigadores del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), del IPN, hicieron experimentos en 28 colmenas en las que usaron el humo del orégano y midieron una reducción en los ácaros que matan a las abejas, identificando la reducción de los parásitos invasores de abejas.

Los resultados se publicaron en el estudio “Evaluación del humo de orégano (Lippia graveolens HBK) como alternativa para el control de varroa destructor”, cuyos autores Martha Celina González Güereca, Isaías Chaírez Hernández y Gerardo Pérez Santiago, quienes explicaron que el parásito que se logró controlar fue identificado desde el año 2000 como una de las principales amenazas para la superviviencia de las colonias de abejas porque ataca a las crías. 

Ese ácaro no sólo daña por sí mismo sino por ser portador de virus, hongos y bacterias que debilitan y acaban las colmenas.

ESTUDIO: HUMO DE ORÉGANO PARA COMBATIR VARROA.Los científicos indicaron que el orégano mexicano es una planta que tiene diversas propiedades ya que contiene aceites esenciales ricos en timol y carvacol.

Se utiliza en el sector industrial en las áreas de alimentos, cosméticos y fármacos.

En la medicina naturista y tradicional se emplea principalmente para problemas de las vías respiratorias y de la menstruación; posee propiedades antibacterianas y fungicidas, además de que se le considera como un potente insecticida y acaricida.


En Durango, la planta se colecta en época de lluvia, cuando está en plena floración, porque sus aceites esenciales están más concentrados.

Las plantas se secan extendidas en zonas abiertas, posteriormente separan la hoja del tallo, mediante paleado, y posteriormente la encostalan.

Se estima que entre 50 y 70 por ciento del peso total de la mata corresponde al tallo, que se desecha en el campo o se incinera y arde fácilmente debido a la concentración de aceites que contiene.

Los especialistas llevaron a cabo sus estudios dos temporadas estacionales previas a las cosechas de primavera y otoño de 2015. Seleccionaron 28 colmenas en tres apiarios de la entidad con base en la accesibilidad a los caminos, la disponibilidad de los apicultores y los controles del ácaro que ellos emplean.

Ahí, determinaron que los desechos de los tallos de orégano se utilizan como combustible en los ahumadores, como fumigante natural, y son una alternativa complementaria para mantener las poblaciones del ácaro en bajos niveles, antes y después de la cosecha de miel, lo cual se refleja en un incremento en la elaboración de los distintos productos de la abeja.

En el año 2006, antes de estas investigaciones con humo de orégano en Durango, la investigadora Rebeca González Gómez, de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur-Conacyt), había reportado estudios para controlar la varroa que afecta a las abejas, pero usando una planta conocida popularmente como Nim (Azadirachta indica), que también daba buenos resultados en el control de la varroa.

En estos antecedentes se apoyaron los estudios politécnicos para uso de sustancias vegetales para protección de las abejas.

11 julio 2017

COMPORTAMIENTOS DE LA VARROA - CONDUCT OF MITE.

Puesta de la varroa fundadora. Luego del operculado de la celda, y durante 36 horas, la larva se alimenta y comienza a tejer su capullo. 

En este período la varroa sube sobre la larva y se alimenta por primera vez; cuando el capullo ya ha sido tejido, la abeja entra en un estadio preninfal inmóvil, durante el cual la fundadora produce una acumulación fecal dentro de la celdilla.

La varroa fundadora pone por primera vez 70 horas después de la operculación. Por otra parte, se estima que el número de huevos puesto será como mínimo 5 en una celdilla de obrera y 6 ó 7 en celdas de zánganos.

COMPORTAMIENTOS DE LA VARROA - CONDUCT OF MITE.Estos huevos son puestos a intervalos promedios de 30 horas, siendo el primero de un macho y los siguientes de hembras. 

Una varroa puede llegar a cumplir 7 ciclos reproductivos que representan más o menos 30 huevos.

Desarrollo de los huevos. El desarrollo completo para una varroa hembra es de 130 horas aproximadamente, y para un macho de 150 horas; en promedio sólo 1,45 hembras llegaran a la edad adulta en una celda de obrera en comparación con 2,2 en celda de zángano.

Apareamiento de las varroas. El apareamiento de los ácaros ocurre sólo dentro de las celdillas operculadas, por esto el crecimiento de la población ocurre en períodos donde se encuentre cría en la colmena. Es así como se observa un gran incremento de la población en primavera y otoño, y disminuye en verano.

El macho se aparea con la primera hembra, tan pronto como ésta llega a adulta, cuando la segunda hija ha alcanzado su madurez el macho abandona a la primera y se aparea con ésta última, si una tercera hija llegara a adulta se repite el mismo escenario.

Salida de las hembras fecundadas. Al momento en que la abeja emerge de la celda, una gran parte de la descendencia de varroa queda dentro de ésta, estas hijas fecundadas tan pronto como salen de la celda tratan de subir sobre las abejas y se vuelven foréticas.

COMPORTAMIENTOS DE LA VARROA - CONDUCT OF MITE.
Como el macho tiene los quelíceros adaptados para la fecundación, no puede alimentarse, muriendo al poco tiempo junto con las varroas inmaduras dentro de la celda.

Estas abejas que emergen infestadas se encargan de diseminar al ácaro. Luego la varroa pasa por un período forético de 4 a 13 días antes de entrar a una nueva celdilla y repetir el ciclo.

Preferencia por la cría. Se ha visto una clara diferencia con respecto a la preferencia de varroa hacia la cría de abejas europeas y africanizadas. Es así como, demostraron que las 2/3 partes de las varroas están en la cría de abejas europeas, mientras que 1/3 permanecen foréticas. Al contrario, sólo 1/3 de las varroas entran en la cría de abejas africanizadas, mientras que los 2/3 restantes permanecen foréticas.

Tasa de fecundidad. Un alto porcentaje de ácaros son incapaces de poner huevos, una vez dentro de las celdas. Esta situación estaría relacionada con la tolerancia que presentan las abejas africanizadas.

25 junio 2017

PAUTAS A CONSIDERAR EN LA REVISACIÓN DE COLMENAS - GUIDELINES TO CONSIDER IN THE REVISION OF BEEHIVES.

PAUTAS A CONSIDERAR EN LA REVISACIÓN DE COLMENAS - GUIDELINES TO CONSIDER IN THE REVISION OF BEEHIVES.

Al abrir una colmena en una revisación de rutina evaluaremos en primer lugar la condición en que ésta se encuentra de acuerdo a la época del año, observando














• El espacio disponible en la colmena de acuerdo a la cantidad de población existente. 

• La presencia de la reina, su calidad y postura. Necesidad de cambio. 

• El desarrollo de la colonia - cantidad y tipo de población. 

• Cantidad, calidad y ubicación de las reservas alimenticias. 

• Existencia de alguna enfermedad u otra anormalidad. 

• Falta de espacio en cámaras de cría o falta de alzas 

• Peligro de enjambrazón. 

• Posibilidad de cosechar. 

• Estado de los materiales, tanto cuadros como alzas.. 

La respuesta a estos parámetros nos dará la información que necesitamos para trabajar en forma adecuada corrigiendo aquellos que se encuentren alterando el normal desarrollo de las mismas. 

Observación y evaluación de la cría: 


PAUTAS A CONSIDERAR EN LA REVISACIÓN DE COLMENAS - GUIDELINES TO CONSIDER IN THE REVISION OF BEEHIVES.

• Al revisar una colmena para determinar la presencia o no de enfermedades que afectan a la cría debemos observar el aspecto o apariencia del panal de cría en su conjunto y posteriormente de cada larva o pupa en particular. 

Esta operación se repetirá en todos los panales que contengan cría. 

Observación de las abejas adultas: 

• La mayoría de las enfermedades que afectan a las abejas adultas son difíciles de diagnosticar en una observación directa debido a que muchos de los síntomas no son únicos ni específicos de cada enfermedad. 

Conclusión: 

• La detección precoz de cualquier problema sanitario que afecte a las colmenas nos permite adoptar inmediatamente las medidas higiénicas profilácticas y terapéuticas necesarias para luchar contra ellas. 

Tan o más importante es la prevención de las enfermedades es decir, evitar en lo posible su aparición en las colmenas.

Debemos tener presente que no siempre una colmena débil o la presencia de anormalidades en las abejas adultas o en las crías es consecuencia de alguna enfermedad.

Existen ciertas pautas de manejo como las anteriormente citadas que deben ser respetadas y cumplidas a lo largo del año que conducen al éxito de la explotación.