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26 mayo 2015

SÍNDROME DE DESPOBLAMIENTO DE COLMENA - HIVE COLLAPSE SYNDROME (Span and Eng).

Albert Einstein ya advirtió la importancia que para la totalidad del ecosistema terrestre incluido el humano, tienen las abejas. Muchos biólogos aun admitiendo lo que hay de exagerada en la afirmación del genio de la física, defienden sin embargo que sin ellas y sin duda, la vida en la Tierra cambiaría drásticamente.

La importancia de las abejas en la polinización y renovación vegetal no tiene parangón con ninguna otra especie animal. Más del 80% de toda la polinización realizada por animales, la realizan las abejas. Existen mariposas, escarabajos y otros insectos que completan el proceso pero, si las abejas desaparecieran, el mundo vegetal se transformaría por completo, y precisamente eso, es lo que parece estar pasando:

Millones de abejas desaparecen de sus colmenas sin dejar ningún rastro, incluso sus cuerpos desaparecen. Este alarmante hecho, llamado Síndrome de Despoblamiento de Colmena (CCD en inglés) y que lleva de cabeza a decenas de expertos del sector apícola de medio mundo, no tiene todavía una explicación clara. Uno de los aspectos más curiosos de este fenómeno es que no se encuentran los cuerpos muertos de las abejas, ni de las adultas ni de las crías, y tampoco se conocen los motivos de la mortandad. En un primer momento, se especuló con que la causa fueran enfermedades víricas, y de hecho se llamó el virus de la enjambrazón, porque parecía que toda la colmena había enjambrado y desaparecido. No quedaban restos de las abejas ni en las colmenas ni en las proximidades. La colmena muerta quedaba con abundante miel y polen, pero las abejas habían desaparecido.

Todavía no se sabe si se trata de una enfermedad, o de un conjunto de fenómenos enlazados, por lo que es más correcto llamar síndrome a esta desaparición masiva de abejas en todo el mundo. A falta de certezas, se barajan varias hipótesis.

Abejas infectadas por Varroa

Algunos científicos opinan que se trata de un parásito intestinal, el nosema ceranae, que provoca una enfermedad conocida como varroa o varroasis. Este parásito no afecta a la abeja asiática, pero sí a las abejas europeas y americanas, que son más pequeñas y cuyo organismo no está inmunizado contra la enfermedad. Uno de los primeros síntomas es que las abejas parasitadas tienen las alas deformes, lo que les impide volar, y su tamaño queda reducido a un tercio de lo normal. La falta de vitalidad hace que mueran lentamente, hasta que la colmena desaparece por completo. Desde el continente asiático, la varroa fue extendiéndose por los países europeos, hasta que en 1985 se detectó en la Península Ibérica.

En 2010 se informó de que una posible causa del síndrome apuntaba a la acción combinada de un virus y un hongo, pero aún no se ha llegado a una conclusión sobre estos hallazgos. Probablemente el SDC es fruto de una interacción compleja, pero el papel de estos patógenos aún no está claro. Mientras, el ácaro Varroa sigue siendo la plaga más devastadora en todo el mundo para la abeja europea.

Abeja siendo infectada por Apocephalus boreal

Últimamente otra explicación parece haber ganado fuerza entre la mayoría de los expertos mundiales en el tema: la Apocephalus boreal. Se trata de una mosca parasitaria, conocida anteriormente por infectar a los abejorros, y que podría ser la causa de la fuga y posterior muerte de las abejas de miel de medio mundo. Este insecto, podría ser el culpable de causar el desorden y el colapso en las colonias. La pequeña mosca, de menor tamaño que la abeja de miel, inyecta sus huevos en el abdomen de la abeja. En ese momento las abejas enloquecen y comienzan a comportarse de forma anormal, según explica un estudio de la Universidad de San Francisco publicada en una revista científica norteamericana.

Las abejas de miel cuando son infectadas, comienzan a volar en círculo, sin control ni estabilidad. Su comportamiento se ve modificado, abandonan la colmena infectada y mueren a cientos de kilómetros de la misma, lo que explicaría la ausencia de cuerpos muertos en el interior de las colmenas. Los investigadores aseguran que hasta 13 larvas de esta «mosca decapitadora» (porque nacen por la cabeza) emergen de cada abeja de miel muerta. Las larvas se arrastran fuera de la abeja alrededor de siete días después de que los huevos fueran inyectados.

Este parásito podría ser la causa del Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas asegura Andrew Core, líder del estudio, quien no descarta otras hipótesis como la del abuso de los pesticidas o incluso un extraño virus que se propaga en las colonias afectadas y que ha mermado las colmenas estadounidenses hasta en un 90%.

Otras hipótesis que se han barajado sobre las posibles causas de esta misteriosa mortandad son las que sostienen que la continua desaparición de millones de abejas en los últimos años es debida a la utilización de plaguicidas y pesticidas en el campo, sobre todo los neurotóxicos, que se utilizan bastante en semillas. Otros científicos aseguran que la culpa es del cambio climático, e incluso hay quienes culpan de este mal a las ondas de los teléfonos móviles.

Es complicado establecer la causa o causas de este fenómeno, es posible que se trate de varias causas actuando a la vez; pero lo que es imposible obviar es la catástrofe ecológica que se produciría si no se encuentra remedio. Hay que recordar que el papel de las abejas de miel en la polinización es vital para mantener la diversidad de los ecosistemas del planeta. Además, las abejas producen miel, cera, jalea real, polen, propóleos y apitoxina, el veneno del aguijón, que se utiliza para combatir artritis, artrosis, reumas, problemas de cervicales, lumbalgias, dolores, etc. Las abejas, un pilar maestro en la arquitectura vital del planeta, se enfrenta a una crisis que puede conllevar no solo su propia desaparición, si no la de millones de especies que han unido su suerte a la de las plantas polinizadas por ellas; y somos nosotros, la única especie capaz de encontrar el remedio.

HIVE COLLAPSE SYNDROME.

Albert Einstein already warned the importance for the whole terrestrial ecosystem including humans, have bees. Many biologists even admitting what is exaggerated in the affirmation of the genius of physics, however argue that without them and certainly, life on Earth would change dramatically.

The importance of bees in pollination and plant renewal is unmatched by any other animal species. More than 80% of the pollination by animals, by bees. There are butterflies, beetles and other insects that complete the process but if the bees disappear, the plant world was completely transformed, and just that is what seems to be happening:

Millions of bees disappear from their hives without a trace, even their bodies disappear. This alarming fact, called Beehive Syndrome Depopulation (CCD) and head carrying dozens of experts of beekeeping of half the world, has not yet a clear explanation. One of the most intriguing aspects of this phenomenon is not found the dead bodies of bees, or adults or hatchlings, nor the reasons for the death are known. At first, there was speculation that the cause was viral diseases, and in fact called swarming virus, because it seemed that the whole hive had swarmed and vanished. There were remnants of bees or beehives or in the vicinity. The hive was dead with abundant honey and pollen, but the bees were gone.

It is not yet known whether it is a disease, or a set of linked events, so it is more correct to call this syndrome massive disappearance of bees around the world. In the absence of certainty, several potential scenarios.

Some scientists believe that this is an intestinal parasite, Nosema ceranae, which causes a disease known as varroa or varroa. This parasite does not affect the Asian honeybee, but European and American bees, which are smaller and whose body is not immunized against the disease. One of the first symptoms is that the parasitized bees have deformed wings, leaving them unable to fly, and its size is reduced to a third of normal. The lack of vitality makes die slowly, until the hive disappears completely. From Asia, the varroa was spread by European countries, until in 1985 was detected in the Iberian Peninsula.

In 2010 it was reported that a possible cause of the syndrome pointed to the combined action of a virus and a fungus, but has not yet reached a conclusion on these findings. SDC is probably the result of a complex interaction, but the role of these pathogens is unclear. Meanwhile, the Varroa mite remains the most devastating plague worldwide for European bee.

Lately other explanation seems to have gained strength among the most world experts in the field: the boreal Apocephalus. It is a parasitic fly, previously known to infect bumblebees, and that could be the cause of the leak and subsequent death of honey bees half the world. This bug could be to blame for causing the disorder and collapse in the colonies. The small fly, smaller than the honey bee injects its eggs in the abdomen of the bee. At that time the bees mad and start behaving abnormally, says a study from the University of San Francisco published in an American journal.

Honey bees when they are infected, they start circling, without control or stability. Their behavior is modified, they leave the infected hive and die hundreds of kilometers of it, which would explain the absence of dead bodies inside the hives. Researchers say that up to 13 larvae of this "Decapitator fly" (because they are born from the head) emerge from each dead bee honey. Larvae crawl out bee about seven days after the eggs were injected.

This parasite could be the cause of the syndrome depopulation of beehives says Andrew Core, study leader, who does not rule out other possibilities such as the abuse of pesticides or even a strange virus that spreads in affected colonies and which has reduced US up to 90% hives.

Other hypotheses have been considered on the possible causes of this mysterious death are those who argue that the continuing disappearance of millions of bees in recent years is due to the use of pesticides and pesticides in the field, especially neurotoxic, which They use a lot of seeds. Other scientists say the fault is climate change, and still others blame the bad waves of mobile phones.

It is difficult to establish the cause or causes of this phenomenon, it is possible that the case of several causes acting simultaneously; but it is impossible to ignore is the ecological catátrofe that would occur if no remedy is found. Remember that the role of honeybees in pollination is vital to maintaining the diversity of ecosystems. In addition, bees produce honey, beeswax, royal jelly, pollen, propolis and bee venom, the poison of the sting, which is used to fight arthritis, osteoarthritis, rheumatisms, neck problems, back pain, pain, etc. Bees a vital pillar architecture teacher in the world, faces a crisis that could lead not only their own demise, if not millions of species that have joined their fate to that of plants pollinated by them; and we are the only species able to find the remedy.

25 noviembre 2014

Reducción de variedad de flores mata a las abejas - Reduction of flower kills bees.

El rompecabezas que es el declive generalizado de las abejas se complica aún más. La abeja europea (Apis mellifera) y el resto de insectos antófilos (que aman las flores) ya tenían que luchar contra el virus de las alas deformes, el hongo Nosema ceranae, el parásito Varroa destructor, sofisticados insecticidas como los neonicotinoides o el propio calentamiento global. Ahora, un estudio añade un enemigo más: la reducción de la diversidad de plantas y árboles florales provocada por la moderna agricultura.
Abeja en flor de pontederia - ULY MARTIN

Los Países Bajos es una de las regiones del mundo donde más ha avanzado la agricultura. El 80% del territorio que era natural a comienzos del siglo pasado hoy es tierra cultivada. Por eso, es un gran escenario real para estudiar el impacto que la agricultura moderna está teniendo sobre las abejas. Tradicionales aliados de los agricultores, estos insectos polinizadores están desapareciendo a un ritmo que alarma a éstos, pero también a los científicos.

Un grupo de biólogos holandeses ha descubierto que existe una conexión entre el descenso de la diversidad floral y el declive de las abejas. Su trabajo se centra en las especies silvestres pero sus conclusiones podrían ayudar a desentrañar el colapso que sufren muchas colmenas de abeja melífera.

"Los efectos negativos del varroa, las enfermedades o la carga de pesticidas pueden verse reforzados por una limitación de la disponibilidad de comida", dice el ecólogo de la universidad de Wageningen y coautor del estudio, Jeroen Scheper. "Al estar en peores condiciones por un escenario de escasos recursos, las abejas melíferas pueden ser más vulnerables a estas amenazas. Y el mecanismo puede funcionar a la inversa: los efectos no letales de los pesticidas pueden afectar negativamente a la eficiencia forrajera de las abejas obreras, lo que podría tener un mayor impacto cuando la disponibilidad de recursos florales es baja", añade.

Scheper y sus colegas recopilaron ejemplares de varias colecciones de taxidermistas y museos de más de 50 especies de polinizadores silvestres. Querían saber de qué flores se alimentaban antes de que, desde los años cincuenta del siglo pasado, la agricultura se extendiera por casi todo el territorio holandés. Pero buscaban más el polen que el néctar.

"El polen es un recurso alimenticio crítico para las larvas de las abejas, pero no se desarrollan con el polen de todas las especies de plantas. Algunas especies de abejas solo crecen con el polen de un único género o familia, mientras que otras especies lo recolectan de una amplia variedad vegetal. Pero aún en este caso, las abejas tienen preferencias por determinados taxones y se desarrollan menos con las variedades que menos las atraen", explica Scheper. "Por el contrario, las abejas son menos exigentes con el néctar, es decir, las especies que recolectan polen de una única variedad de planta también recogen néctar de muchas otras variedades vegetales", añade.

Al comparar con el polen de los insectos disecados, los investigadores comprobaron que las especies actuales que están en mayor declive son precisamente las que se alimentan de flores de plantas silvestres o semisilvestres que ahora escasean, como algunas variedades de fabáceas (leguminosas) cultivadas como forraje para la ganadería o como técnica de barbecho en el pasado.

Sin embargo, su estudio, recién publicado en la revista PNAS, también señala que aquellas especies de abejas especializadas en las rosáceas en vez de descender, han proliferado. Además de las rosas, esta familia de plantas incluye a gran variedad de flores, árboles frutales y muchas otras plantas ornamentales de las que los Países Bajos son una potencia exportadora.

Aunque Scheper insiste en que las conclusiones de su trabajo solo se centran en las especies silvestres de abejas y abejorros, la menor diversidad de flores se une al cóctel que factores que también están acabando con las abejas melíferas. El problema es quizá de visibilidad. El estado de las poblaciones silvestres, simplemente, se ha estudiado menos.

"Posiblemente, su situación sea aún peor, ya que no hay apicultores que estén supervisando a las abejas silvestres", recuerda el investigador de la universidad italina de Udine, Francesco Nazzi. Junto a su colega de la Universidad de Nápoles, Francesco Pennacchio, Nazzi acaba de publicar un trabajo en la revista Trends in Parasitology que intenta sistematizar qué está pasando con las abejas.

Su respuesta es que de todo. Lejos de una explicación simplista y monocausal, una especie de tormenta perfecta en la que unos factores agravan los efectos de otros sería la responsable del declive de las abejas melíferas.

"Se trata de un problema simple, la pérdida de colonias de abejas melíferas en todo el mundo, sin una respuesta simple", recuerda Nazzi. Y no es simple porque intervienen muchos factores. Aunque el virus de las alas deformes fue descubierto a comienzos del siglo pasado en el sur de Asia, el ácaro parásito que usa como vector no llegó a Europa hasta los años setenta y una década más tarde a Norteamérica. Los neonicotinoides, familia de pesticidas relacionados con el colapso masivo de las colmenas, no empezaron a usarse hasta los años noventa. Nazzi también menciona el deterioro de sus ecosistemas naturales por la expansión de la agricultura.

En su modelo, todas las piezas encajan y permiten interpretar "cómo los diferentes agentes estresantes pueden interactuar sinérgicamente para interferir en las defensas inmunitarias de la abeja", explica el investigador italiano. "Esto es muy importante ya que las barreras inmunes son fundamentales para mantener bajo control la difusión de las infecciones virales que pueden convertirse en destructivas en cuanto cualquier factor de los mencionados altera este frágil equilibrio, promoviendo una intensa replicación patógena", añade.

Para Nazzi, cualquier intento de luchar contra el declive de las abejas tiene que enfrentar cada uno de los factores que la amenazan. Desde intentar mantener controlados a los patógenos sin dañar a las abejas hasta reducir su exposición a los pesticidas o mejorar la gestión de la agricultura intensiva.

Of: http://elpais.com/elpais/2014/11/24/ciencia/1416847562_144983.html

18 enero 2011

NOSEMOSIS


El agente causal es un protozoario: Nosema apisZ. que afecta el aparato digestivo de las obreras, zánganos y de la reina. El esporo de N.apis es ingerido con el alimento y destruye las células epiteliales encargadas de la digestión y asimilación, de tal manera que no se aprovecha convenientemente el alimento ingerido.
Efectos nocivos sobre las abejas:
  • Altera el metabolismo: hay menor digestión de las proteínas (polen), disminuyen así las energías (sustancias de reserva) y se reduce su longevidad.
  • Se produce atrofia de las glándulas hipofaríngeas, que degeneran y atrofian prematuramente.
  • Sobre la reina: se atrofian las ovariolas hasta producir esterilidad (recambio frecuente de la reina).
  • Anemia: se manifiesta como una parálisis, al no tener fuerza para mover las alas y volar.
Efectos nocivos sobre la producción:
  • Pérdida de abejas adultas, principalmente a la salida del invierno y principios de primavera (las abejas del invierno no pudieron acopiar reservas en su cuerpo)
  • La producción de miel disminuye en un 25%
  • El consumo de miel durante la invernada es mayor (hasta un 50%)
  • La producción de jalea real es nula (no se incorporan proteínas - atrofia de las glándulas hipofaríngeas) por consiguiente no pueden producirse reinas de buena calidad ni larvas saludables. Consecuentemente se debilita la colmena, disminuye la postura y la colonia reemplaza la reina.
Síntomatología - Diagnóstico - Tratamiento Como el intestino se "lastima", cambia su apariencia. Los intestinos de las abejas enfermas se ven blanquecinos, hinchados, flácidos, deformados; mientras los intestinos de abejas sanas son de color verdoso amarillento y turgentes (podría utilizarse como diagnóstico a campo). La presencia de diarrea, no es única de esta enfermedad; por lo tanto no sirve como diagnóstico diferencial.
Estudios realizados en La Plata (Departamento de Granja-MAA-Bs.As.) muestran que existen meses en el año en que la esporulación es mayor. La curva muestra que para las condiciones climáticas de esa ciudad la mayor esporulación de N.apis se da durante los meses de Septiembre-Octubre y Noviembre. Teniendo en cuenta este comportamiento y luego de un análisis de laboratorio, se toma la decisión con respecto a la utilización de productos químicos.
En el mercado puede disponerse de fumagilina con el nombre comercial Fumagilina B y con otro principio activo el colmesan ph.
En cualquiera de los casos deben respetarse los tiempos desde la ultima aplicación hasta la cosecha para evitar problemas de contaminación de los productos de la colmena.
La fumagilina puede suministrarse en forma de jarabe o de "torta".
El jarabe debe preparase y usarse en el momento:
  • Preparar 24 litros de jarabe utilizando dos partes de miel y una parte de
  • agua (jarabe de otoño)
  • Disolver el envase de 25gr. de Fugiprin "b" en medio litro de jarabe
  • La temperatura del jarabe no debe ser superior a 30 grados.
  • Incorporar el producto disuelto al resto del jarabe
  • Se debe administrar un litro del jarabe por colmena tres veces a intervalos de 7 días
Para el tratamiento de primavera se procede de igual manera, sólo que el jarabe a utilizar deberá ser de una parte de azúcar y una de agua.
En torta candy:
  • Mezclar bien 25 gr. de Fugiprin "b" con 2400gr. De azúcar impalpable
  • Incorporar miel para unir el polvo y adquiera una consistencia semidura
  • Dividir el total de la masa en 24 partes (120gr. Cada una)
  • Colocar cada una sobre papel, introducirlo por la piquera o colocar sobre los cabezales de los marcos con cría.
Recomendaciones para prevenir nosemosis:
  • Desinfección del material usado con ácido acético glaciar 80%, utilizando 200cc por m3. Se ubican en una pieza cerrada pilas de 6 a 7 alzas, se humedecen paños con la solución de ácido acético y se esparcen en la habitación para que se evapore. Deben tomarse precauciones porque el ácido acético es cáustico y daña la piel. El periodo de desinfección dura 7 días, luego se ventila el material como mínimo durante 48 horas antes de usarse en el campo.
  • Cambiar el 33% de los cuadros de la cámara de cría por año para disminuir la contaminación interna)
  • Evitar el exceso de humedad dentro de la colmena, como así también los lugares húmedos para la instalación del colmenar
  • Invernar con buena reserva de miel y polen
  • Tener colmenas con buena población y parejas durante todo el año
  • Realizar cambio de reina cada dos años
  • Realizar por lo menos una vez al año (otoño o primavera) un muestreo de abejas del colmenar para su análisis en laboratorio.
El análisis de laboratorio consiste en realizar un macerado de intestinos de abejas y realizar el recuento de esporos en microscopio. Según ese recuento se establece el grado de infección.
CICLO DE VIDA
Como se mencionó anteriormente el principal efecto del protozoario es causado a nivel de intestino, donde el parásito provoca seria destrucción celular con la consiguiente pérdida de la capacidad de absorción y de secreción.
Al alterarse dichos procesos básicos en el metabolismo de los nutrientes, se desencadenan una serie de trastornos metabólicos los cuales derivan en los signos clínicos.




Dentro de éstos encontramos :
  • Muerte prematura de abejas, incapacidad para el vuelo, temblores de alas, movimientos espasmódicos causados por la inanición.
  • Desarrollo deficiente de glándulas
  • Aumento del consumo, con una digestión disminuida.
  • Repleción de intestino y ampolla rectal, aumento de peso, compresión de sacos aéreos
  • Defecación en un período avanzado de la enfermedad. Heces claras en bordes externos de la celdas, marrón claro y amarillo en la piquera: enfermedad avanzada.
  • No es signo patognomonico.
  • Disminución de vida media de las abejas, por disminución de reservas, carencia proteica
  • Escasa actividad de vuelo
  • Deficiente atención a la cría
  • Abejas volando aisladamente en invierno
  • Desarrollo atrasado de la colonia, principalmente en primavera.
  • Muerte de abejas adultas
  • Debilitamiento de la colmena
PUEDEN SER SIGNOS DE NOSEMOSIS Disminución en la atención a la cría y a la reina que baja su postura.
La curva de desarrollo de la colmena y del parásito tienen cursos paralelos. CURSO Y DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD

En primavera al empezar la cría, sobreviene una multiplicación del parásito, que ante determinadas circunstancias, se produce un estado de equilibrio entre el huésped y el parásito. NOSEMOSIS LATENTE.
En verano disminuye o se diluyen los esporos infectantes, llegando a bajar la infección.
Ante determinadas condiciones de stress, manejo, clima o estado interno de la colmena, algunas colmenas aparentemente sanas en invierno, enferman en primavera, podrían existir fases del parásito en reposo invernal. Cuando el mal tiempo se prolonga al inicio de la primavera, provocando que las abejas del invierno retrasan sus labores de recolección, se provoca un cuadro agudo con debilitamiento de la colmena.
Esta enfermedad a la que se hace mención, involucra desde una disminución en la producción (en la mayoría de los casos inadvertida por el productor) hasta la aparición de signos clínicos.
Existe una relación inversa entre la abundancia de néctar y polen y la nosemosis.
Dependiente de varios factores: Humedad, corrientes de aire, reposo invernal, ausencia de reina

DIAGNÓSTICO Clínico: Intestinos de abejas afectadas: blanquecinos, hinchados, flácidos, deformadosSIGNOS CLINICOS
Laboratorio:
Macerado de intestinos de abejas, recuento de esporos en microscopio.
Determinación del grado de infección.
Estudios realizados en La Plata (Departamento de Granja-MAA-Bs.As.) muestran que existen meses en el año en que la esporulación es mayor. La curva muestra que para las condiciones climáticas de esa ciudad la mayor esporulación de N.apis se da durante los meses de Septiembre-Octubre y Noviembre. Teniendo en cuenta este comportamiento y luego de un análisis de laboratorio, se toma la decisión con respecto a la utilización de productos químicos.
Diferente pronóstico para la determinación de esporos en primavera o a fin de verano, donde las abejas ya van a entrar en reposo.

TRATAMIENTO: Principio activo: Fumagilina
Vías de administración: Jarabe: Debe preparase y usarse en el momento
  • Preparar 24 litros de jarabe utilizando dos partes de miel y una parte de agua (jarabe de otoño)
  • Disolver el envase de 25gr. de fugiprin "b" en medio litro de jarabe
  • La temperatura del jarabe no debe ser superior a 30 grados.
  • Incorporar el producto disuelto al resto del jarabe
  • Se debe administrar un litro del jarabe por colmena tres veces a intervalos de 7 días
  • Para el tratamiento de primavera se procede de igual manera, sólo que el jarabe a utilizar deberá ser de una parte de azúcar y una de agua.
Torta candy:
  • Mezclar bien 25 gr. de fugiprin "b" con 2400gr. De azúcar impalpable
  • Incorporar miel para unir el polvo y adquiera una consistencia semidura
  • Dividir el total de la masa en 24 partes (120gr. Cada una)
  • Colocar cada una sobre papel, introducirlo por la piquera o colocar sobre los cabezales de los marcos con cría.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIR NOSEMOSIS:
  • Evitar el exceso de humedad dentro de la colmena, como así también los lugares húmedos para la instalación del colmenar
  • Invernar con buena reserva de miel y polen
  • Tener colmenas con buena población y parejas durante todo el año
  • Realizar cambio de reina cada dos años
  • Realizar por lo menos una vez al año (otoño o primavera) un muestreo de abejas del colmenar para su análisis en laboratorio.

04 enero 2011

NOSEMOSIS: LA IMPORTANCIA DE SU CONTROL.

(Por JULIO E ERNST, Implementador de  Buenas Prácticas Apícolas y Buenas Prácticas de Manufactura, Perito Apicultor Nacional)
La nosemosis, es enfermedad muy contagiosa provocada por un parásito intestinal denominado Nosema Apis Zander, que afecta tanto a la reina como a las obreras y a los zánganos.
Este protozoario, al infectar la colmena afecta directamente su estado general llegando a provocar un desabejado tal que provoca su muerte o que nos es económicamente improductiva.
No existe un período o época típica para su detección, dado que es una enfermedad que esta muy influenciada por las condiciones climáticas que se registren en cada región.
Ciclo de infección y contagio: La infección de la abeja se produce generalmente dentro de la colmena, al ingerir alimento contaminado con esporas, al limpiar deyecciones ajenas, pillaje y/o extravío de abejas enfermas.
Estas esporas ingresan vía oral, atraviesan el tracto digestivo, para alojarse en las células del ventrículo en donde germinan. Allí, liberan nuevas esporas al tubo digestivo, infectando nuevas células o diseminando la enfermedad a través de las heces.
Este ciclo dura entre 48 y 60 horas y la destrucción total del ventrículo 15 días aproximadamente, ocasionando la desnutrición de las abejas, acortando su vida, pérdida de población, descenso de la producción y muerte de la colmena (esto varía sustancialmente de la carga de esporos.)
Sintomatología: Las abejas afectadas se ven impedidas de absorber los nutrientes de la miel y  polen, y en contra partida aumentan el consumo hasta un 30%.
Se presentan los siguientes síntomas:
- Disminución en capacidad de volar y alas temblorosas.
- Agrupamiento de abejas en cercanías de la piquera.
- Deficiencia en atención de la cría o su abandono.
- Abejas débiles con movimiento lento por inanición.
- Atrofia de las ovariolas de las reinas.
- La presencia de abundante deyecciones sobre la piquera, no siempre es síntoma de nosemosis. Esto es una creencia difundida entre muchos apicultores, quienes, ante la presencia de estas deyecciones curan sin previo un análisis, incurriendo en muchos casos en un gasto innecesario.
- Achicamiento brusco de colonias, desabejado parcial o total.
  “No siempre la reducción de la población es nosemosis. Hay muchos factores que despueblan las colmenas, hasta una intoxicación. Por otro lado, una acción de varroa muy acentuada puede provocar una despoblación muy importante como también la acariosis o la misma falta de alimento” (Ing Agr Susana Bruno – Boletín del Colmenar – Nro 46.)
- Hinchazón del abdomen por sobre consumo de alimento.
 La hinchazón del abdomen se produce debido a que el intestino medio y la ampolla rectal se llenan de alimento y heces, comprimiendo los sacos aéreos e impidiendo que las abejas puedan volar. Las abejas sanas eliminan sus heces cuando vuelan, en cambio las enfermas mientras están asentadas sobre los marcos, paredes de las alzas o frente de piqueras.
Diagnosis: A campo y laboratorio..
A campo, lo realizamos observando el ventrículo de abejas de alguna colonia dudosa. Una abeja sana lo presenta de un color amarronado o verdoso amarillento, turgente, elástico, en cambio la enferma, blanquecino, lechoso, flácido y deformado.
En laboratorio, enviando una muestra de pecoreadoras  tomada de piquera o en su defecto de cuadros laterales, asegurándonos un eficiente diagnóstico para no gastar en medicamentos o para determinar los pasos a seguir.
Medicación: A la fecha se utilizan fármacos con presencia de fumagilina.
Si bien la fumagilina no tiene poder destructivo sobre las esporas de Nosema Apis, sí interfiere y destruye las fases evolutivas del protozoario.
Según experiencias de distintos apicultores y profesionales, es recomendable aplicar el medicamento con jarabe y no espolvoreado o en paty.
No curaremos las abejas enfermas, pero sí evitaremos el contagio e interrumpiremos la reproducción de la enfermedad.
Predisposición a la enfermedad: Partiendo desde el principio básico que las abejas nacen sin Nosema, muchas veces el apicultor ha favorecido o predispuesto a la abeja, a la colmena y al apiario a contraer esta enfermedad.
Los principales factores que influyen son:
- Exceso de humedad: lluvia, inundaciones, jarabes muy diluidos.
- Núcleos o cámaras que entren al invierno débiles.
- Escasa reserva de polen.
- Ubicación de colmenas en lugares con sombra permanente.
- Aperturas y revisaciones innecesarias en invierno.
- Alimentación con cuadros de miel y polen provenientes de colmenas enfermas.
- No dar demasiado espacio a los nidos de cría evitando el enfriamiento.
- Recambio de cuadros, lo recomendado es un 33% anual.
- Ubicar colmenas en lugares que permitan el vuelo higiénico.
Conclusiones: Las buenas prácticas de manejo, nos llevan a evitar curar o “renegar” con una enfermedad que influye directamente en la producción.
“Prevenir es mejor que curar” y la detección a tiempo con una muestra llevada al laboratorio puede ser la resultante de tener o no tener cosecha.
“La utilización de medicamentos es una herramienta más para el control de la enfermedad, como lo es el diagnóstico temprano, forma de manejo y trabajos de desinfección. El tratamiento preventivo como recurso permanente de la explotación, no es razonable ni económico.” (Per Apic Walter Seewaldt – Jornadas de Capacitación – Sta Rosa – 2000).